Victoria del manacorense en el duelo generacional (6-1, 6-2)

Nadal regala una lección magistral a Alcaraz

Rafael Nadal superó a Carlos Alcaraz (6-1, 6-2) en uno de los partidos más esperados de los últimos tiempos. El manacorense, muy superior a un rival mermado por las molestias físicas, no dio opción al que se asoma como su sucesor

Nadal Alcaraz
Alcaraz y Nadal, antes del partido. (EFE)
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

El duelo generacional más esperado de los últimos tiempos fue una fiesta de cumpleaños para Carlos Alcaraz, aunque el mago y dominador indiscutible fue Rafael Nadal. El tenista balear se impuso con claridad (6-1, 6-2) al que se asoma como su sucesor, en un partido que no tuvo historia más allá del primer juego, y en el que las molestias abdominales de Alcaraz impidieron al bisoño y talentoso murciano celebrar con una actuación tenística acorde su 18 cumpleaños. A cambio, Carlos se lleva una lección magistral del rey de la tierra que le será muy útil en el presente y el futuro.

Nadal, educado hasta la extenuación pero a su vez intimidatorio desde el minuto uno con los rivales, cambió el chip dado el cruce con Alcaraz, y ejerció de protector del joven talento español antes, durante y después del partido. Rafa ya se había interesado por Carlos en las horas previas e hizo lo propio durante el sorteo de campo y servicio. Las ovaciones venían dadas por un público, en torno a 5.000 espectadores, que esperaban disfrutar de su actual ídolo y del que viene cociéndose para la próxima década.

Alcaraz entró al partido con la valentía que se le presupone a un tenista ya consolidado, y no a un niño que alcanza en esas mismas horas la mayoría de edad. El murciano consolidó su completísimo tenis con golpes de revés que complementaran a una derecha de campeonato. Este cóctel le colocaba, de primeras, con pelota de rotura con el servicio del rey de la tierra. No tuvo éxito. Debía seguir remando, pero acto seguido, el matiz físico iba a poner las cosas cuesta arriba para Carlos.

Unas molestias abdominales obligaron a Carlos, con sólo tres juegos disputados, a pedir la atención médica, respaldada por un Nadal que volvía a ejercer de protector y anfitrión inmejorable del chaval. Por fortuna, estos problemas físicos no fueron a más y Alcaraz, aunque algo mermado, pudo continuar en el partido más allá del cuarto de hora inicial. No obstante, el golpe había sido duro y más aún teniendo enfrente a Rafa, que no iba a dar opción en un primer set que se cerró con 6-1 después de amagar con el rosco.

Nadal no da opción

Carlos se había repuesto de las molestias pero Nadal, al otro lado de la pista, no concedía un mínimo resquicio para vislumbrar opciones de victoria. Dos errores no forzados en siete juegos era el bagaje del número dos del mundo, que marcaba la diferencia demostrando un rodaje que hace ser optimista con sus posibilidades de cara a las próximas semanas.

El segundo set tomaría un cariz similar al primero, con Nadal superior en los intercambios y Alcaraz, a ratos, dejando grandes puntos que explican la esperanza en sus posibilidades de cara al futuro. Carlos puede llegar muy lejos, y lo hará si la cosa no se tuerce, pero pese al duelo generacional, la distancia con Rafa sigue siendo sideral, sobre todo en tierra batida, donde hacer fallar al pentacampeón en Madrid es casi una misión imposible si no acompaña la mayor paciencia e inspiración posibles.

Los juegos volvían a caer del lado de Nadal, que subía el ritmo y se encontraba con su derecha paralela de forma progresiva, mientras Alcaraz se ganaba los ánimos de un público que, como excepción, animaban al rival de su gran ídolo. Carlos sumó un juego y, salvando el primer punto de partido de Rafa, resguardó su servicio antes que, de forma irremediable, tuviera que claudicar ante un Nadal que avanza en el cuadro a la espera de conocer si se mide a Popyrin o Sinner en octavos.

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